Desarrolla y enriquece su proceso continúo de superación intelectual, emocional, espiritual y físico, disfruta cada etapa de su formación y experimenta la  felicidad consigo mismo y con el entorno.

Es capaz de amarse, valorarse, respetarse a sí mismo y proyectarlo a los demás.

Establece procesos de comunicación con sus maestros, compañeros, padres y demás miembros de la comunidad, que le permitan escuchar y ser escuchado. 

Es creativo en el proceso educativo dando a conocer su sentido crítico frente a la realidad.

Se identifica con la Institución dentro de una concepción de pertenencia.

Asume una actitud sana y respetuosa con relación al cuidado de su cuerpo físico.

Tiene actitudes de respeto y expresiones de cortesía con las personas de su entorno.

Es sensible, respetuoso y responsable con la naturaleza.